Estas dos socias y amigas, con distintas personalidades, trayectorias profesionales e historias, resultaron ser la combinación perfecta para crear lo que es hoy en día Aquatics: una escuela diseñada para las familias, con un trato personalizado y amable. Cuidan con rigurosidad y obsesión cada detalle para que los niños aprendan a nadar con la mejor técnica, estén más seguros cerca o dentro del agua y para que toda la familia se sienta como en casa.

Jessi y Analó nunca imaginaron que fundarían una escuela de natación, pero cuando surgió la oportunidad, la tomaron con intuición y sabiendo que era algo importante. A medida que avanzaba el proyecto, descubrieron la magnitud y responsabilidad del paso que habían dado, lo cual no las asustó, sino que las impulsó a convertirse en expertas en temas como el currículum de natación, el tratamiento del agua, las especificaciones de la piscina, la capacitación de instructores y las certificaciones internacionales.

En septiembre de 2012, abrieron las puertas de la escuela con solo cuatro profesores, una piscina y un horario en una hoja de Excel. Ahora, después de más de diez años, han impartido cientos de miles de clases y han regalado millones de sonrisas que brindan felicidad a todos los que trabajan o asisten a la escuela.

Según Walt Disney “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”.  Jessi y Analó soñaron con formar niños felices y, sobre todo, seguros en el agua en Panamá.