Lic. Dariana González
Especialista en TDAH – Trastornos del Aprendizaje y Trastornos de la conducta.
Lo crucial de los primeros años para el desarrollo motor y sensorial de los pequeños, hace que seamos cuidadosos e intencionales con cada actividad que elegimos para ellos. Entre las numerosas opciones para fomentar habilidades, la natación destaca como una actividad sumamente completa que no solo promueve la salud física, sino que también contribuye a la integración sensorial, desarrollo cognitivo y el bienestar emocional de los niños/as.
Aprender a mover brazos y piernas en armonía, así como fortalecer diversos grupos musculares, son aspectos fundamentales que esta actividad acuática puede potenciar. La natación no solo fortalece los músculos, sino que también mejora las habilidades motoras gruesas, como correr, saltar y equilibrarse y esto a su vez impacta en los circuitos neuronales implicados.
Conecta neuronas
El sistema nervioso es como una red de carreteras para la información en el que la autopista de esta información son las neuronas motoras. Las señales eléctricas viajan a través de las neuronas a una velocidad asombrosa, permitiendo respuestas rápidas a estímulos externos. La complejidad de los movimientos en el agua requiere una coordinación precisa de las extremidades, lo que desencadena la activación de las neuronas motoras.
Agilidad mental
El agua, con su resistencia única, proporciona un entorno donde el cuerpo debe superar fuerzas opuestas. Este desafío constante impulsa la rápida transmisión de impulsos nerviosos, mejorando la velocidad del procesamiento de información. En este entorno acuático, el cerebro se adapta a la necesidad de tomar decisiones rápidas, lo que tiene un impacto positivo en la agilidad mental.
Desarrollo sensorial
La natación ofrece una experiencia sensorial única. La flotación y la resistencia del agua desarrollan constantemente el equilibrio, estimulando la propiocepción y proporcionando beneficios para la integración sensorial.
Natación y TDAH
En mi experiencia profesional atendiendo niños/as con TDAH he visto los beneficios de elegir la natación como una actividad extracurricular. Nadar brinda un gran aporte a sus habilidades de autorregulación y control de los impulsos, ya que desarrolla control de la respiración, control de los movimientos y concentración.
Nadar es mucho más que solo nadar, es elegir una actividad que le brindará a tu hijo seguridad, fuerza, agilidad y muchos beneficios cognitivos y sensoriales.